Las visitas a tu médico son muy importantes cuando estás encinta, ya que el control prenatal es esencial para un buen embarazo. Una vez que has confirmado que estás embarazada, lo primero que debes hacer es visitar a tu médico ginecólogo u obstetra para cuidar de ti y tu bebé. En esta primera consulta prenatal, se te hará una evaluación para revisar que tu embarazo y tú estén en buen estado de salud, por lo que es normal que te hagan exámenes de sangre, orina y te chequeen tu presión arterial (son exámenes prenatales de rutina en cualquier embarazo). También te van a pesar.

Dependiendo de las semanas que tengas de gestación, tu médico puede realizarte una ecografía o sonograma para ver dónde se ha alojado el embrión (si en el útero o las trompas) y si hay latido (generalmente se puede detectar el latido después de las 7 semanas, aunque los equipos más nuevos pueden percibirlo antes).

Después de la primera consulta con tu obstetra deberás acudir regularmente a visitas al doctor, aunque la frecuencia dependerá de si tienes problemas médicos o hay factores que pueden hacer de tu embarazo uno de alto riesgo (esperar más de un bebé, sufrir de diabetes o hipertensión arterial, por ejemplo). Para que tengas una idea de la frecuencia con la que debes visitar al doctor, aquí tienes una muestra de cuán seguido conviene que visites a tu ginecólogo en el embarazo:

Lo anterior no excluye que tu doctor recomiende que lo consultes más a menudo. Las consultas médicas van a depender de tu caso específico, cada mujer y cada embarazo son distintos. Lo importante es que te cuides lo mejor posible para que tengas un bebé sano. Por eso, apenas sepas que vas a tener un hijo, haz una cita con el obstetra o ginecólogo para que te examine antes de la semana 10 de embarazo.